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Escucha Radio Rumanía Internacional, programa especial El Día del Oyente, transmitido por onda corta.
La paternidad del invento de la radio siempre ha causado polémica ya que algunos mencionan a Tesla como el que puso en práctica los experimentos de Hertz y los conocimientos teóricos de Maxwell, aunque en realidad Tesla utilizó la radio para transmitir comandos a un submarino a control remoto. Otros dicen que el inventor de la radio fue Marconi quien tres años después de Tesla realizó una transmisión no para comandar algún artefacto sino que. utilizó la radio para comunicar a personas separadas por distancias geográficas.
Hoy 13 de febrero se celebra el Día Mundial de la Radio, la UNESCO propuso esa fecha ya que fue el día en que se creó Radio Naciones Unidas en 1946, con el objetivo de concienciar al público y a los medios de comunicación acerca de la importancia de la radio; alentar a los encargados de tomar decisiones a crear y ofrecer acceso a la información a través de la radio; así como mejorar las redes y la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión.
Hay que considerar a la radio como un medio de comunicación de bajo costo, especialmente apropiado para llegar a las comunidades alejadas y a las personas vulnerables como los analfabetas, los discapacitados, las mujeres, los jóvenes y los pobres, que además ofrece una plataforma para intervenir en el debate público, independientemente de cuál sea el nivel de educación de los oyentes.
La radio desempeña un papel importante y específico en la comunicación en situaciones de emergencia y en las operaciones de socorro. Por otra parte, los servicios radiofónicos de la radio están experimentando cambios en el contexto actual de convergencia de los medios de comunicación, y adoptan nuevas formas tecnológicas, como la banda ancha, los teléfonos celulares y las tabletas. Sin embargo, hoy en día, cerca de mil millones de personas no tienen todavía acceso a la radio.
Se ha hablado tanto de la radio que es difícil agotar ese tema, hoy en archivosonoro queremos unirnos a esa celebración compartiendo algunas ideas, conceptos y poemas que hemos encontrado tanto en libros como en la Web.
Radio de onda corta
A oscuras mi padre sintonizaba la radio:
una pelea de box en japonés,
la crónica de un atentado en italiano
o la caída de un avión en ruso.
Aunque los periódicos al día siguiente
desmintieran sus versiones, él se entendía
con la frecuencia y la estática.
Fiel receptor de hechos incomprendidos
a lo largo del cuadrante, insomne
en las ondas de alguna estación.
Mientras, junto a él, mi madre
soñaba encontrar un interlocutor.
Enzia Verduchi
“En torno a ella tres generaciones se sentaron a oír las radionovelas lloronas y las noticias inquietantes. Con la radio se cantaba, con la radio se jugaba, la radio había cambiado los horarios del quehacer doméstico y del descanso nocturno. Ella era la verdadera reina de la casa”.
“de día y de noche, desde la ducha hasta el automóvil, para quien va de paseo, y también para quien se mete a la camaa descansar” (Ignacio López Vigil, radialista apasionado)
“¿En dónde estará el nido de esta canción mecánica? Las antenas insomnes del recuerdo recogen los mensajes inalámbricos de algún adiós deshilachado” (Manuel Maples Arcem T.S.H.)
Radio
Pequeño artefacto que eres y fuiste alegría para muchos.
Acompañante de soledades. Voz en el fondo, música para mis oídos.
Te hicieron de todos los tamaños, formas y colores, pero tu esencia es la misma.
La de transmitir, acompañar y enseñar, la de ser un referente para quien te escucha.
Desde niño te conozco, desde que tengo uso de razón formas parte de mi vida.
Eres magia, sentimiento expresados por personas desde el corazón.
No tienes fronteras, te convertiste en mi mejor aliada, en un país muy lejano. Me acercas las costumbres, la infancia y me mantienes informado de lo que pasa.
Formas parte de la historia. Informadora clandestina. Comunicadora de momentos cruciales.
Mientras estés ahí yo estaré aquí, del otro lado, sintiéndote, disfrutándote, amándote.
Mientras yo este aquí, tu estarás ahí. Voz en el fondo, música para mis oídos, personas expresando sentimientos desde el corazón.
Andrés Gugliucci Sena
En nuestros días es difícil imaginar que en sus inicios la radio no fue bien aceptada, tenía acérrimos oponentes, muchos de ellos intelectuales:
“Cuando voy a casas que las tienen puestas a todo volumen siento como si fuese a volverme loca. Un inexplicable tormento por todas partes. Pensé que debería acostumbrarme a ellas y he puesto una de prueba en mi casa esta mañana. Siento como si las abejas estuviesen enjambradas en mi sistema nervioso. Todos los nervios me tintinean. Un sentimiento de airado resentimiento hacia esa horrible voz metálica. Al cabo de un segundo tengo que apagarla de un manotazo. No la soporto. ¿Quizás se deba a mi oído imperfecto? Es una de las maravillas de mi época, realmente maravillosa. Lo sé, pero la odio.”(Emily Carr, quien escribió y pintó en las tierras salvajes de la Colombia Británica, odió la radio la primera vez que la oyó, en 1936)
“Y, en efecto, para mi indescriptible asombro e indignación, el endiablado embudo de latón empezó a vomitar al punto esa mezcla de mucosa bronquial y de goma masticada que los dueños de los gramófonos y los abonados a la radio han convencido en llamar música, y detrás de la turbia viscosidad y el restañeo, como se ve tras una gruesa costra de suciedad un precioso cuadro antiguo, podría reconocerse verdaderamente la noble estructura de aquella música divina, la armadura regia, el hálito amplio y sereno, la plena y majestuosa melodía.”
“Observe cómo esta absurda caja de resonancia hace en apariencia lo más necio, lo más inútil, lo más execrable del mundo y arroja una música cualquiera, tocada en cualquier parte, la arroja necia y crudamente, y al propio tiempo, lastimosamente desfigurada, a sitios inadecuados (…). Cuando está usted escuchando la radio, oye y ve la lucha eterna entre la idea y el fenómeno, entre la eternidad y el tiempo, entre lo divino y lo humano. (…) la radio va arrojando a ciegas la música más magnífica del mundo durante diez minutos por los lugares más absurdos, por salones burgueses y por sotabancos, entre abonados que están charlando, comiendo, bostezando o durmiendo, así como despoja a esta música de su belleza sensual, la estropea, la desgarra y la embadurna y, sin embargo, no puede matar por completo su espíritu.” (Hermann Hesse en su libro El lobo estepario se alza contra las incongruencias esquizofónicas de la radio)
Si quieren saber más sobre esta celebración visiten el sitio: http://www.diamundialradio.org/es
date: '2017-02-13T13:05:39-06:00'